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Escaqueo laboral

Una curiosa entrevista a la autora de la biblia del escaqueo laboral. Una mujer que opina que en una grande empresa cuanto menos hagas, ¡mejor!. Está bastante curiosa, la pongo en los comentarios.

1 comentario

Jabba -

He aquí la entrevista:

CORINNE MAIER, AUTORA DE LA BIBLIA DEL ESCAQUEO LABORAL
?Ser inútil es lo mejor que se puede ser?

Tengo 40 años, nací en Ginebra (Suiza) y vivo en París. Soy economista y psicoanalista, y todavía conservo un puesto de trabajo en la empresa Electricidad de Francia. Tengo dos hijos, de 8 y 10 años. ¿Ideología? ¡Siempre a la contra! Sé cínico con tu empresa, que más lo es ella. Simula que trabajas, pero no lo hagas: ¡la pereza te humaniza!

VÍCTOR-M. AMELA - 10/12/2004

-¿Todavía no la han despedido?

-No. Ahora mis jefes me tienen miedo?

-¿Por qué?

-¡Por el jaleo mediático que monté cuando intentaron despedirme!

-¿Qué les molestó de su libro?

-Que cuento la verdad acerca de grandes empresas como esta que me emplea.

-¿La verdad? ¿Y qué verdad es esa?

-Que las empresas grandes son grotescos artefactos burocráticos en los que es estúpido creer, y que lo más inteligente para todo empleado sensato es no pegar ni golpe.

-Escaquearse, vamos.

-Eso. Y yo doy consejos para escaquearse con éxito y sobrevivir en la empresa.

-Si yo fuese empresario, la despediría.

-¿Sí? El libro apareció el pasado 1 de mayo, día del Trabajador, y recibí amenazas de mis jefes: ¡las aproveché para lograr que se convirtiese en el libro más vendido de Francia, y seguir cobrando de mi empresa!

-Un poco cínica sí es usted, ¿eh?

-La cínica es la empresa, que nos vende la moto de que quiere nuestro bien. ¡Ja, ja! ¿Quién se cree eso hoy? Nadie?, ¡pero nadie se atreve a decirlo! Yo sólo digo la verdad: ¡nadie cree ya en su empresa! Lo único que queremos es cobrar a final de mes, y punto.

-Algunos sí creerán en su empresa, oiga?

-¿Quiénes? ¿Los altos ejecutivos, esos que enredan todo el día con estudios de mercado, proyectos, dossiers, seminarios, reuniones de trabajo absurdas? Esos que tanto marean la perdiz?, ¡son los que menos creen en la empresa, naturalmente!

-Quizá alguno sí se la tome en serio.

-Pobre, entonces no ha comprendido que todos estamos en manos del azar.

-¿No cree usted en el esfuerzo personal?

-Creo en el individuo, no en la empresa. Algunas personas en la historia han sido capaces de crear mundos nuevos, pero lo han hecho a solas. Las empresas, desde luego, no han aportado gran cosa a la historia humana. ¡Creer y confiar en una empresa es lo más ridículo que un ser humano pueda hacer!

-Pues sobre la fe empresarial hemos construido nuestro sistema social y económico?

-La absurda ideología que transmite la empresa no es más verdadera de lo que lo fue el materialismo dialéctico, el diamat.

Durará un tiempo, y también se desmoronará?

-Mujer?

-El sistema comunista también decía a la gente lo mucho que debía al diamat del benefactor sistema. Es lo que dice en el capitalismo la ideología de la cultura de empresa,que te pide que te entregues a tu empresa en cuerpo y alma, con fe y lealtad ciega, sin condiciones, con todas tus fuerzas y capacidades?

-Y usted ejerce de disidente del sistema.

-Sí, pero desde dentro y sin que se te note, pues ¡querer cambiar el sistema es reforzarlo! No: aprovéchate de él. No tengas escrúpulos con tu empresa, que ella no los tiene contigo. Sé individualista e ineficaz. Escaquéate.

-¿Usted se escaquea?

-Sí. Es lo más razonable.

-Pero así perjudica usted a compañeros.

-Siempre hay algún ingenuo que cree en su trabajo y lo hace con ganas, ¡qué vamos a hacerle! Y no olvidemos a los maravillosos becarios, a los que vamos renovando y que son los únicos que trabajan: ¡mimémoslos!

-Si todos se escaquean, su empresa se irá pique? y acabará usted en el paro.

-No lo crea: cada día hace falta menos gente para que una empresa funcione. Si todos trabajásemos menos, ¡descubriríamos que todo funcionaría igual! Tengo claro que el capitalismo está generando burócratas absurdos, al estilo del viejo comunismo. Y las empresas van plagándose de inútiles?

-Pero, pese a esos inútiles, ¡funcionan!

-¡Eso le decía! ¡Y es una suerte! Porque así se evidencia la superstición de lo útil, y que-da claro que lo inútil es lo verdaderamente humano. ¡Ser inútil es lo mejor que se puede ser! Lo más maravilloso, lo más humano.

-Argumentado así, entiendo mejor su apología de la pereza: ¿la pereza nos humaniza?

-¡Claro! Pero vigile: declararte perezoso te perjudicaría laboralmente, así que lo más sensato es serlo?, ¡pero disimulando!

-Fingir que trabajas, vamos.

-Sí, y hay que saber hacerlo. No conviene criticar a la empresa: eso estaba bien para los críticos de los años 70, esa gente que todos sabemos en qué se han convertido?

-¿En qué?

-¡En empresarios!

-Ah, cierto? ¿Qué aconseja usted, pues?

-Haz que tu trabajo lo haga otro. Trabaja lo menos posible y dedica algún tiempo (pero no demasiado) a venderte y a crearte apoyos, por si un día hay cambios en la empresa. Aprende la jerga de la empresa y úsala. Respeta las normas y adáptate a tu puesto sin protestar: se valora más eso que lo que trabajes. Opta a puestos inútiles y absurdos: asesoría, consultoría técnica, investigación, estudio?, cuyo trabajo es difícil de cuantificar. No aceptes cargos con responsabilidad?

-¿No?

-Te harán trabajar más por la triste compensación de un poco más de dinero? ¡Ah, y jamás confieses que trabajas por dinero!

-¿Cuál es su objetivo en la vida, Corinne?

-Me gusta la psicología, el psiconálisis, y cada día le dedico más tiempo. Convenceos: lo que hacéis en vuestra empresa puede hacerlo cualquier idiota que acabe de llegar.

-Busquémonos alternativas, quiere decir.

-Se lo digo a mis hijos: ?¡Haced sólo lo que os interese: cuesta, pero merece la pena!? La empresa no es donde desarrollarás tu potencial, pues ya lo habrías hecho. El asalariado es la figura moderna de la esclavitud. Despierta: ¡dedícate a tí, no a tu empresa!